POR:
JUAN SEBASTIÁN NARANJO P.
Quienes nos hemos formado desde la óptica de las matemáticas, las estadísticas, la econometría y más específicamente hablando las ciencias actuariales, tenemos la vocación como “magos” de buscar la forma de proyectar un potencial escenario en donde dicha búsqueda es práctica y real, por ejemplo en la banca, en el mundo asegurador, en la seguridad social, todo circula en función de proyectar un número en base a la data histórica
Dicha lógica pierde su contexto si se aplica a la política; la estadística de las encuestas ha sido bien ajena a la política últimamente, al hablar de proyectar un potencial triunfador de una lid electoral es más o menos encontrarse con el problema al cual se enfrentó Albert Einstein, con la relatividad y la física cuántica, las mismas propiedades no se aplican en el universo como lo explicó Newton. Es decir, unas propiedades se aplican a escala normal y otras muy distintas a escala microscópica.
Y es así como funciona la política, predecir qué candidato va a triunfar sale de la elocuencia de las ciencias numéricas,( ver aquí lista de partidos políticos que podrían ser eliminado) una lógica aplica a nivel presidencial, otra a nivel parlamentario, una muy distinta a nivel local para prefectos y otras más ajenas a nivel seccional para alcaldes, concejales y juntas parroquiales. A nivel presidencial influye el peso del partido, el ciclo político del momento (izquierda o derecha) y el estado de la economía. El asambleísta en su mayoría depende del arrastre del partido, por este motivo logran ser diputados personas desconocidas, pero también hay las grandes figuras locales que a mérito propio logran ganar, esta realidad muy poca vista, pero es existente, además que a nivel local el presidente arrastra en votos al asambleísta.
A nivel de prefecturas y alcaldías son “don perfectos” extraños, el uno no genera en lo mínimo el arrastre del otro, lo que no ocurre con los concejales y juntas parroquiales, el alcalde genera el arrastre para estos dos, es más normalmente los dos candidatos a la alcaldía logran conformar el consejo de su cantón, en su mayoría.
Situación actual
Este 2019 ha sido un año de lecciones, luego del correísmo parece que al ecuatoriano le “apesta” la reelección, le “apesta” el que ya fue autoridad y pretende regresar a serlo, le “apesta” los grandes gastos en publicidad, en estas elecciones hubieron grandes sorpresas, al parecer se puso de moda el nuevo político no tan querido por las encuestadoras, parece que el que no asomaba entre los dos primeros potenciales vencedores ganó y éste es el caso de Quito, Cuenca, Ambato, Salcedo, Ibarra, entre otros. El candidato sorpresa ganó en estas elecciones, inclusive llegó al poder el famoso “desconocido” que vestía la camiseta del partido local, con no mucha plata para gastarla en campaña. ( ver resultados de las elecciones 2019 aquí)
Estas elecciones sirvieron para medir fuerzas nacionales, se observa a un partido Social Cristiano fuerte en la región costa y un tanto débil en la región sierra, se denota a un partido político CREO que muestra dos contiendas electorales en las que apenas logra posicionar dos autoridades en toda la provincia de Pichincha y unas cuantas alcaldías, se muestra a un “Pachakutik” reviviendo, a un partido Suma débil y luchando por sobrevivir, a un partido Avanza que dejó de avanzar en su sed de crecimiento, a un menospreciado partido correísta con una perfecta y casi una alcaldesa quiteña. Estas elecciones nos dejan grandes enseñanzas, pero estoy más que seguro que para muchos expertos estas elecciones fueron el evento que exige ajustar las tuercas de las encuestas que no sirvieron para mucho que digamos.
Estas elecciones sirvieron para dar oportunidad a nuevas figuras políticas, a candidatos vicepresidenciales que apuntalan como tal, a un candidato presidencial que necesita un binomio representativo en la sierra para poder quedarse con la banda en el palacio presidencial; estas elecciones fueron una verdadera campaña para no bajar los brazos a los nuevos políticos y a su vez para lograr jubilar a unos cuantos, que tendrán que ver de lejos qué pasa con nuestra querida República del Ecuador, así es la política. ¿Quién la entiende?